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sábado, 29 de octubre de 2022

Tapiz de luz (Morada 3: "Un estado para desear", Teresa de Jesús)

                   Lugar: a 2 Km al norte de San Nicolás de Bujaruelo, Pirineos de Huesca, España.


    Alfombra cerámica dorada sumergida en el agua del río




   Un estado para desear, desear ser río, ser agua, ser luz.



La luz que se disuelve en el agua y vuelve siempre, inmaterial, efímera y persistente, se vuelve estructura sólida y estable. Detener un instante fugaz.
 La luz que desea ser  geometría del agua.


Proceso

  









martes, 13 de agosto de 2019

De la autoridad y autonomía de los artistas

Obra de Esther Ferrer. Su piel, sus coordenadas.
  • La obra de arte no es la ilustración de las teorías filosóficas, sociales o políticas de turno. El arte constituye un modo de pensamiento con derecho propio, (que no es necesariamente conceptual ni traducible en palabras aunque pueda servirse de ellas). 
  • Esas teorías hoy (con sus inevitables limitaciones y parcelaciones, y ancladas en el viejo dominio del reconfortante logocentrismo decimonónico) funcionan en definitiva como los tradicionales y rígidos géneros artísticos: donde había el bodegón, paisaje, etc... ahora hay sistemas de vigilancia (sí, todavía) , colonialismo, género, etc…
  • Por ejemplo, el llamado arte político acaba siendo un panfleto, triste,  que  camufla su simplicidad con un deseado escándalo mediático que es el producto final, un titular. Sálvame de luxe es pues más auténtico y honesto.
  • Sin embargo, el arte es algo más complejo que la simple decoración de una teoría o sucedáneo.
  • A pesar del slogan, el  museo no es un lugar de debate, ahí nadie chista ni hay diálogo ninguno, el producto utilizado, arte visual, forma parte de una lección magistral solemne y en silencio ilustrada con obras que, por fin, tienen el sello del emperador. 
  • El museo, o institución cultural, es la autoridad, es decir, es  el patrón oro para el arte. 
  • El programa del museo está gestionado por comisarios que hacen un barrido de las ideas (temas con citas) que aspira a ser un ensayo autorreferencial, que es el objeto final que se exhibe. 
  • Unos supuestos ensayos que tendrían como  soporte excelente el libro, pero el ego y el pan, de los comisarios necesita su espacio y qué mejor que un museo. 
  • Teorías aplicadas que además, y en el mejor de los casos, son un simple resumen acrítico de las últimas ideas que emergen, cuando no un conjunto de obviedades solemnes encriptadas; y que son seguidas con una cierta histeria por la novedad, es decir, teorías que funcionan como modas intelectuales banalizadas a las que hay que adherirse fervientemente para marcar capital intelectual. 
  • Replicar teorías ajenas en el museo es el aviso para navegantes, es el código, la metodología que adiestra sobre los modos de adquirir el carnet de artista. 
  • Las obras de los artistas son sombras, cuyo valor radica en pertenecer a un discurso prefijado , un discurso que espera el archivo de formas, materiales y soportes encantadoramente oportunos. Y ya se sabe, las sombras no pesan  y son  manipulables, pues su valor no está en sí mismas, sino fuera de sí (¿idealismo misticista?, el siglo XXI no deja de decepcionarnos).
  • A la teoría del arte, la actual academia, lo de la autonomía del arte, y la libertad del artista, le viene mal. 
  • Una teoría del arte que sirve al mercado sin pudor, ya que construye/legitima su patrón oro, y que se enmascara en lo político o lo social para legitimarse, mientras que de facto, y gracias a la hipertrofia intelectual que aliena la obra y desvanece su propia realidad, teje las narraciones del espectáculo y del vacío contemporáneo  que encumbran las dinámicas de los star-sistems millonarios y expulsan a la precariedad la gran mayoría de artistas.
  • Artistas que son castigados si preguntan por una cierta dignidad laboral, y que mientras se les avisa hipócritamente  de los peligros de vender su obra (el arte que se vende es basura, excepto que lo vendan ellos, porque su "agencia de publicidad/teoría envoltorio" es la buena verdadera, el relato que unge y mistifica una pieza  en arte por el simple hecho de que es señalada por el dedo de algún dios, que por muy caprichoso y oscuro   que sea, para algo es dios y recita los mantras/conceptos sagrados ), se les utiliza gratis como simples contenidos del trabajo que, ahora sí, les da de comer a ellos: críticos,comisarios, profesores, museos, ferias, revistas, bienales, galerías, casas de subastas y demás. 
  • En este territorio donde todos comen, la mano de obra, el artista, recibe alguna limosna, pero sobre todo se le paga en capital simbólico (es tan bonito!), esto es: con la ilusión de que, si es obediente y dócil, un día será famoso!, quizá idiota pero no se puede tener todo, como Jeff Khoons o similar, es decir, formará parte de la colección del Guggenheim.
  •  El mensaje es que no de problemas, la sumisión es necesaria al igual que la producción febril de novedad con los últimos modelos de producción listos para consumir. Porque fuera del sistema hace frío, como en las ferias de arte de las plazas de los pueblos y se tendrán que poner guantes sin dedos que no casan bien con el glamour de la otra feria, la social que es la que cuenta , y estará solo sin nadie que le escriba ni exhiba ni le tatúe la caballeriza a la que pertenece, ni allí tampoco serán el objeto de deseo de clientes  que necesitan decorar su capital con la distinción:  la pieza única de la industria del lujo, vendida como gran arte por los gurús de turno y sus mecanismos de legitimación.
  • Ni que decir tiene que este ecosistema de vacíos (recordar que la obra de arte no tiene contenidos propios sino prestados), de consumo rápido y relatos fake, premia con especial cariño la ocurrencia inconsciente, la banalidad solemne, la imitación ad nauseam pero también el mito de la originalidad (aparente, sinónimo ahora de última novedad), el chiste malo y la transgresión clónica (uf! como le pone al cardado de la academia la provocación, manierismo  que cumple ya más de cien años ) que hacen que ciertos artistas sientan una fascinación intratable por ser el mono travieso que de ellos se espera.
  • En el mundo del arte, el estado de la cuestión no es líquido, es gaseoso, lo cual es mucho más rentable: cada uno come de la dúctil niebla que se adapta a sus intereses y que necesita un arte borroso y débil. En el sistema del arte, los agentes reparten juego desde su posición de dominio total ante el silencio de los artistas. Estos agentes del arte son grises, aburridos, fríos y probablemente, feos, además de no poseer las competencias emocionales y sensibles elementales. En definitiva, agentes sin cuerpo ni afectos. 
  • La parte buena es que todo aquello que ha cuestionado (bien) y eliminado (mal) el arte contemporáneo, todos los contenidos complejos del arte, lenguajes, técnicas, significados, emociones, inteligencias, bellezas, experiencias significativas y plenas, forma parte ahora de la vida cotidiana, desde el diseño de un humilde objeto a un cartel de una muestra de cine, desde un escaparate de tienda de lujo a un plato de cocina. Allí donde nadie se avergüenza del placer de esa metáfora del cuerpo que es el alma.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Documental sobre Mediano y arte

Exposición a raíz del documental "Debajo del Monte Perdido" de Juan Carlos Somolinos. Próxima inauguración 5 de agosto en San Juan de Plan, Huesca.

https://www.youtube.com/watch?v=NPQa51sxV28

martes, 31 de julio de 2018

la belleza es una máquina de hacer humanidad

  1. Me importan poco el poder y su delirio, pero reconozco que a veces ese poder ha activado los ideales de belleza, plenitud, cultura y conocimiento.
  2. La belleza no es una gracia superficial a la que dignifica el poder. Es el arte el que dignifica al poder y es gracias a la potencia de la belleza que algunos expertos recuerdan sus gestos de codicia banal. No me interesa Carlos IV, me interesa la humanidad de Goya. Me complacen los poderosos cuando dieron de comer a los dignos y a los sabios, a los que han buscado el conocimiento y el sentido. Hoy el poder económico es la barbarie (y además hortera) pero el conocimiento y el sentido avanza a pesar de él.
  3. La belleza tiene un valor profundo, identifica y construye un sentido y el placer en medio del caos y del dolor. Las bellezas de una obra de arte, de las matemáticas o de una teoría de la astrofísica.
  4. Banalizamos la belleza, un adorno frívolo, y sin embargo es una máquina de hacer humanidad. Es la inteligencia hecha forma, la sensibilidad hecha materia. Es una excepción a la necedad y brutalidad de los días. Es crear un mundo con sentido en medio de la perplejidad de estar vivos. Es lo que nos dice que la vida vale la pena en medio del vacío y del desamparo que taladra los cuerpos. La belleza es liberación y poder, y por eso es política, porque hay quien teme a los individuos libres y poderosos.
  5. Frente a la fugacidad feroz y la estupidez brutal, crear belleza es una venganza frente a la injusticia que aniquila y es un acto de resistencia vital radical. Disfrutarla también. Por eso quiero tener un corazón de mármol que bombee belleza.

miércoles, 25 de mayo de 2016

el Proyecto Mediano en Arte +Social +Textil

El Proyecto Mediano forma parte de la Jornadas Internacionales Arte + Social + Textil de la Universidad de Barcelona, un programa de investigación y de divulgación en arte realizado con la colaboración de la Universidad de Jaén en torno a la acción social y el trabajo textil, que se desarrolla durante los meses de mayo y junio de 2016:

http://artsocialtextil.com/queCAST

Ha sido seleccionado para formar parte de la exposición virtual de la Jornadas, por la capacidad de "crear así relaciones inesperadas,tejidos de coincidencia y de complicidad": 

http://artsocialtextil.com/expovirtualCAST

PROYECTO MEDIANO:
http://carmenlamua.blogspot.com.es/2013/08/proyecto-de-mediano-lugares-y-emociones.html

martes, 10 de mayo de 2016

Demorarse en lo bello

DEMORARSE EN LO BELLO *

*Byung-Chul Han. 2015. La Salvación de lo bello. Barcelona. Editorial Herder. Págs. 93-98.



El conjuro de Fausto “¡Pero quédate!  ¡Eres tan hermosa!“ oculta un aspecto importante de lo bello, pues precisamente lo bello invita a demorarse. Lo que obstaculiza la demora contemplativa es la voluntad. Pero al contemplar lo bello la voluntad se retira. Este aspecto contemplativo de lo bello también es central para la concepción de Schopenhauer tenía del arte, según la cual

El placer estético que produce la belleza consiste en buena parte en que, al entrar en le estado de pura contemplación, quedamos relevados por el momento de todo querer, es decir, de todo deseo y cuidado, por así decirlo, liberados de nosotros mismos.

Lo bello me desembaraza de mi mismo. El yo se sume en lo bello. En presencia de lo bello, se desprende de sí mismo.

Lo que hace que transcurra el tiempo es la voluntad, el interés; es más, el conato (el impulso). Sumirse contemplativamente en lo bello, cuando el querer se retira y el sí mismo se retrae, engendra un estado en el que, por así decirlo, el tiempo se queda quieto. La ausencia de querer y de interés detiene el tiempo, incluso lo aplaca. Esta quietud es lo que distingue a la visión estética de la percepción meramente sensible. En presencia de lo bello, el ver ha llegado a su destino. Ya no es empujado ni arrastrado hacia delante. Esta llegada es esencial para lo bello.

La “eternidad del presente”, que se alcanza en un demorarse en el transcurso temporal queda superado, se refiere a lo distinto: la “eternidad del presente”

Es la presencia de lo otro. Así es como, demorándose en lo mismo, la eternidad resplandece como una luz que se difunde por lo distinto. Si alguna vez se reflexionó sobre tal eternidad en la tradición filosófica, fue en la frase de Spinoza : “ El Espíritu es eterno en la medida que concibe las cosas bajo el aspecto de la eternidad”.

De acuerdo con esto, la tarea del arte consiste en la salvación de lo otro. La salvación de lo bello es la salvación de lo distinto. El arte salva lo distinto “ resistiéndose a fijarlo en su estar presente”. Siendo lo enteramente distinto, lo bello cancela el poder del tiempo. Precisamente hoy, la crisis de la belleza consiste en que lo bello se reduce a su estar presente, a su valor de uso o de consumo. El consumo destruye a lo otro. Lo bello artístico es una resistencia contra el consumo.

Según Nietzsche, el arte original es el arte de las fiestas. Las obras de arte son testimonios materializados de aquellos momentos dichosos de una cultura en los que el tiempo habitual, que es el que transcurre, ha sido superado:

¡Qué importa todo nuestro arte de las obras de arte cuando perdemos el arte más elevado, el arte de las fiestas! Antes, todas las obras de arte estaban puestas en la avenida triunfal del género humano como recordatorios y monumentos de instantes elevados y felices. Ahora, con las obras de arte se quiere apartar de la gran avenida del sufrimiento del género humano, durante un lascivo instante, a los pobres agotados y enfermos: se les ofrece una pequeña embriaguez y locura.


Las obras de arte son como monumentos de una celebración nupcial; es más, de un tiempo elevado en el que el tiempo habitual ha quedado superado. El tiempo festivo, al ser un tiempo elevado, aplaca el tiempo cotidiano – que sería el tiempo laboral habitual- deteniéndolo. Al tiempo festivo le es inherente el esplendor de la eternidad. Cuando la “vía festiva” se reemplaza por la “vía del sufrimiento”, el tiempo elevado de la celebración nupcial se rebaja a un “breve momento” con su “pequeña embriaguez”.

Tanto la fiesta como la celebración tienen un orden religioso. La palabra la tina feriae significa el tiempo previsto para los actos religiosos y cultuales. Fanum significa lugar sagrado, consagrado a una divinidad. La fiesta comienza cuando cesa el tiempo cotidiano profano (“pro-fano” significa, etimológicamente, que se halla fuera del recinto sagrado). Presupone una consagración. Uno es consagrado e iniciado para entrar en el tiempo elevado de la fiesta. Si se suprime aquel umbral, aquel tránsito, aquella consagración que separa lo sagrado de lo profano, entonces solo queda el tiempo cotidiano y pasajero, que luego se explota como tiempo laboral. Hoy el tiempo elevado ha desaparecido por completo en beneficio del tiempo laboral, que se totaliza. Incluso el descanso queda integrado en el tiempo laboral: no es más que una breve interrupción del tiempo laboral en la que uno descansa del trabajo para luego volver a ponerse por entero a disposición del proceso laboral. El descanso no es lo distinto del tiempo laboral. Por eso no mejora la calidad del tiempo.

En La actualidad de lo bello, Gadimer vincula el arte con la fiesta. En primer lugar, señala la peculiaridad lingüística de que la fiesta “se celebra”. La celebración remite a la peculiar temporalidad de la fiesta:

Evidentemente, “celebración” es una palabra que suprime expresamente la noción de un objetivo al cual uno se dirige. La celebración es de tal modo que uno no tiene que ir primero ahí para luego llegar. Cuando se celebra una fiesta, esta siempre está ahí todo el tiempo. Ese es el carácter temporal de la fiestas: que se “celebra” sin que ella se desintegre en la duración de momentos que se disgregan unos de otros.

Durante la fiesta impera otro tiempo. En ella, se ha superado el tiempo  como sucesión de momentos fugaces y pasajeros. No hay ningún objetivo al cual uno tuviera que dirigirse. Justamente dirigirse es lo que hace que el tiempo transcurra. La celebración de la fiesta suprime el transcurso. A la fiesta, a la celebración del tiempo elevado, le es inherente algo imperecedero. Entre el arte y la fiesta existe una analogía: “ la esencia de la experiencia temporal del arte es que aprendemos a demorarnos. Esa es quizá la correspondencia a nuestra medida de lo que llamamos eternidad”.

En el momento en que las obras de arte se exponen pierden su valor de culto. El valor expositivo desplaza al valor de culto. Las obras de arte no se erigen en la vía festiva, sino que se exponen en los museos. Las exposiciones no son fiestas, sino espectáculos. El museo es su osario. Aquí las cosas solo les surge valor si son vistas, si suscitan atención, mientras que los objetos cultuales a menudo quedan ocultos. Incluso el ocultamiento aumenta su valor cultual. El culto nada tiene que ver con la atención. La totalización de la atención destruye lo cultual.

Hoy, con las obras de arte se trata sobre todo en la vía mercantil y en la vía bursátil. No acreditan ni un valor de culto ni un valor expositivo. Es justamente su puro valor especulativo el que las somete al capital. Hoy, el valor especulativo es el valor supremo. La bolsa el sitio de culto actual. El lugar de redención lo ocupa la ganancia absoluta.






miércoles, 17 de junio de 2015

lunes, 23 de junio de 2014

Proyecto de Mediano: Lugares y emociones, de cómo hacer ganchillo con el territorio






 Exposición en la Biblioteca de Aínsa 2014
20 junio - 19 julio


maqueta del proyecto

boceto para el estudio de escala del proyecto

Crónica  de la presentación a cargo de Sobrarbedigital.com:

Crónica de la exposición a cargo de Sobrarbedigital.com:


Joaquín Monclús, una voz de Mediano


10 políticas alrededor de un proyecto



catálogo de la exposición









tablón de anuncios de la plaza de Boltaña



entrevista en Radio Sobrarbe 13 de agosto de 2013


documental Mediano, la memoria ahogada (fragmento)

imágenes
cuaderno de la exposición pdf

programa de las Fiestas de la Convivencia Boltaña 2013




exposición en la Casa de la Cultura de Boltaña, agosto 2013



exposición en el Centro Social de Mediano, abril 2013




maqueta












maqueta en el pantano de Mediano






cuaderno de la exposición